Prensa/Minhvi 06 de marzo 2016.- Desde que inició la Gran Misión Vivienda Venezuela el presidente Hugo Chávez Frías insistió en la necesidad de que cada urbanismo construído contaría con un medio económico autosustentable. De esta manera nace la idea de constituir las viviendas productivas que pueden abarcar la siembra de diversos rubros.
El Comandante en febrero de 2011, en el Aló Presidente nº 370 en Ciudad Caribia, explicaba la importancia del modelo productivo con miras a la construcción de las comunas; donde sus habitantes tuvieran la oportunidad de desarrollarse económicamente en su propio urbanismo, llevar el sustento a sus hogares y propiciar el intercambio con otras comunidades a desarrollar.
En el complejo habitacional “Las Fuentes”, ubicado en El Paraíso, en plena ciudad caraqueña, se creó la Unidad de Producción Agrícola Comunitaria, generando la primera experiencia en sus espacios para la Agricultura Urbana en las edificaciones de la GMVV.
En este sentido el presidente Nicolás Maduro, Presidente Maduro, en un Diálogo Bolivariano, el 17 de junio 2013 indicó: “En cada proyecto de la Gran Misión Vivienda Venezuela debería estar acompañado de un organopónico, nunca va a sobrar porque en todo caso si produce cebolla, tomate, perejil, espinaca (…) tantas cosas, o si crías algunas gallinitas para que hagan los domingos su caldo de gallina. Una revolución productiva agroalimentaria, en el campo y en las ciudades; no solo una revolución en el campo que hay que hacerla en todos los campos de Venezuela, tenemos 30 millones de hectáreas”.
Hoy nuevamente se hace el llamado de transformar las grandes ciudades en ciudades verdes, obliga a tener un concepto con capacidad de recuperación, autosuficiencia y sostenibilidad social, económica y ambiental- se suele asociar a la planificación urbana en los países más desarrollados. Indica una eco-arquitectura de alta tecnología, rutas arboladas para las bicicletas e industrias de «circuito cerrado» que no producen desechos.
Es por ello que actualmente ésta revolución incide en la horticultura urbana y periurbana, lo que significa la producción de una gran variedad de cultivos, tales como frutas, hortalizas, raíces, tubérculos y plantas ornamentales, en las ciudades y los centros urbanos, así como en sus zonas circundantes que beneficien al poblador y el consumo no sea a los grandes mercados que llevan marcado el capitalismo brutal.
El programa de la FAO y otras iniciativas parecidas de organizaciones asociadas han demostrado cómo la horticultura contribuye a emancipar a los sectores pobres de la población urbana y fortalece su seguridad alimentaria y su nutrición.
Prensa: Corina Suárez
Gráfica: Archivo
Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
