Prensa / Minhvi, 16 de diciembre de 2016.- El 16 de diciembre del 2.009 las calles de Copenhagen, Dinamarca, les gritaban al mundo dos consignas que solo un hombre del sur del mundo se atrevió a decírselas a las élites mundiales que más responsabilidades tienen sobre el cambio climático.
Ese no fue otro si no Hugo Rafael Chávez Frías, Presidente de Venezuela y líder sudamericano que fue a decir la verdad sobre las causas de este fenómeno que altera al planeta, sin dejar además de atentar contra la vida misma de la especie humana.
“Yo venía leyendo algunas consignas que hay en las calles pintadas, (…) hay dos de las que tomé nota. Se oyen entre otras dos poderosas consignas. Una: No cambien el clima, cambien el sistema. Y yo la tomo para nosotros. No cambiemos el clima ¡Cambiemos el sistema! Y en consecuencia comenzaremos a salvar el planeta. El capitalismo, el modelo de desarrollo destructivo está acabando con la vida, amenaza con acabar definitivamente con la especie humana”, dijo Chávez frente a los Jefes de Estados mundiales que asistieron a la XV Conferencia Internacional de la Organización de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.
Asimismo, el Comandante de la Revolución Bolivariana agregaba sobre la otra consigna “El otro lema llama a la reflexión. Muy a tono con la crisis bancaria que recorrió al mundo y todavía lo golpea, y la forma cómo los países del norte rico auxiliaron a los banqueros y a los grandes bancos (…) Dicen en las calles lo siguiente: Si el clima fuera un banco ya lo habrían salvado. Y creo que es verdad. Si el clima fuera un banco capitalista de los más grandes, ya lo habrían salvado los gobiernos ricos”.
“El cambio climático es sin duda el problema ambiental más devastador del presente siglo, inundaciones, sequías, tormentas severas, huracanes, deshielos, ascenso del nivel medio del mar, acidificación de los océanos y olas de calor, todo eso agudiza el impacto de las crisis globales que nos azotan, indicó Chávez al inicio de su intervención.
Ahora, el presidente Chávez no fue a una reunión de Jefes de Estado para decir lo que las potencias mundiales querían escuchar, sino lo que los pueblo más afectados por este impacto negativo en el ambiente querían decir y dejar claro quiénes eran los causantes de este desorden ecológico planetario.
“Quiero recodarlo: los 500 millones de personas más ricas, 500 millones, esto es el siete por ciento, siete por ciento, seven por ciento de la población mundial. Ese siete por ciento es responsable, esos quinientos millones de personas más ricas son responsables del cincuenta por ciento de las emisiones contaminantes, mientras que el 50 por ciento más pobre es responsable de sólo siete por ciento de las emisiones contaminantes”, manifestó el Comandante.
Asimismo, Chávez fue muy crítico hace 7 años sobre los esfuerzos realizados hasta el momento, los cuales no han sido suficientes en aras de revertir el desastre natural que se ha propagado en el mundo, tan solo por el afán de generar riquezas incalculables para unos pocos, a costa del planeta de todos “El objetivo científicamente sustentado de reducir la emisión de gases contaminantes y lograr un convenio de cooperación a largo plazo a todas luces, hoy a esta hora, parece haber fracasado, por ahora.
“La razón ¿Cuál es? No tenemos duda. La razón es la actitud irresponsable y la falta de voluntad política de las naciones más poderosas del planeta, nadie se sienta ofendido, recurro al gran José Gervasio Artigas cuando dijo: “Con la verdad ni ofendo ni temo”. Pero en verdad es una actitud irresponsable de marchas, de contramarchas, de exclusión, de un manejo elitesco, de un problema que es de todos y que sólo podremos resolver todos”, resolvía Chávez antes los asistentes.
Estas razones, son las que un valiente Presidente se atrevió a elevar al mundo, lo que seguramente a muchos les molestó porque puso en evidencia a los responsables directos de estos hechos, sin que esto suponga que en el sur de nuestra América no se tenga que hacer mayores esfuerzos para proteger la madre tierra.
“Seamos capaces de hacer de esta Tierra no la tumba de la humanidad, hagamos de esta Tierra un cielo, un cielo de vida, de paz, y de paz de hermandad para toda la humanidad, para la especie humana”, sentenció Chávez aquel día.
Prensa: HR
Gráfica: Archivo
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