Prensa / Minhvi, 05 de marzo de 2017.- Con un amor infinito Hugo Chávez significó su vida en una obra de entrega por sacar al pueblo venezolano de la pobreza extrema donde el capitalismo los lanzó, es por ello que las fuerzas chavistas asumen su liderazgo este 5 de marzo, recordando que hace 4 años tal día como hoy, el líder de la Revolución venezolana se despidió físicamente.
Sin embargo, ese profundo amor que sembró en el pueblo, hace que millones de hombres y mujeres reafirmen su compromiso con el hombre que se desbordó de amor por la patria bolivariana.
“El amor por la patria, si es verdadero, a uno lo lleva, incluso si es necesario, a dar la vida por ella, porque la vida nuestra es transitoria; la de la patria debe ser eterna y tiene que ser una patria grande, hermosa, libre desarrollada”, dijo Hugo Chávez.
Ese Gigante, como lo llamó su hija, María Gabriela, también tuvo contrarios que jamás pudieron desprenderse de sus odios, por quien se ganó el amor y el apoyo de todo un pueblo sin tener que comprarle la consciencia a nadie para que lo siguieran.
Aun así, Chávez no pudo pagar con la misma moneda de odio a quienes lo adversaron, ya que los reconoció siempre como enemigos político, sin guardar rencor en su corazón contra quienes incluso lo intentaron matar por su empeño de hacer de Venezuela un país de iguales.
“Pobres de aquellos que no son capaces de amar como nosotros amamos. Pobres de aquellos que sólo andan destilando odio, veneno y mentira. Pero pidamos al Señor por ellos, para que ilumine sus vidas, para que dejen el odio y para que se llenen de amor y sean capaces de luchar junto a todos nosotros por la igualdad, por la justicia y por la paz en Venezuela, y más allá en el mundo. Pidamos a Dios por ellos también, pidamos por todos”, indicó el Presidente durante el acto “Un Millón de Oraciones por la Paz de Venezuela” en el año 2004.
Ese mismo día, el Jefe de Estado, también reafirmó su profunda fe en Dios, la cual lo llevó a gobernar bajo los ejemplos de Bolívar, así como de su Cristo redentor, como él siempre llamó al Hijo del Padre Creador.
“Yo desde hace años me entregué a Cristo, y ando con Él, con Él ando, aquí ando con Él, y Él anda con nosotros, y aquí en el corazón que es lo más importante, aquí en el alma, el verdadero Cristo, el que dio su vida por nosotros y resucitó de entre los muertos y hoy anda con nosotros por todas partes luchando por la vida. Dios está con nosotros ¿quién contra nosotros? Que se atraviese por delante quien quiera, que lo derrotaremos con nuestra fuerza de Dios y con la fuerza de nuestro pueblo”, sentenció Chávez.
En lo que fuera su último discurso de campaña y uno de sus últimos encuentros con sus fieles seguidores, aquel 4 de octubre del año 2012, el Comandante dejó claro que él ya no era un hombre, sino todo un pueblo, por lo cual legó en cada niño, en los jóvenes, mujeres y hombres revolucionario su espíritu inquebrantable de amor por su país, lo que sin duda es la esencia de un ser humano extraordinario que jamás se irá.
“Chávez son ustedes muchachos, Chávez es la Patria, Chávez es el futuro, Chávez es la alegría (…) Lo que nos une a nosotros, a Chávez y al pueblo venezolano, es un amor infinito y cada día más grande, un amor por lo que somos, un amor por nosotros mismos, un amor por lo que hemos hecho, por lo que hacemos y por lo que haremos”, destacó el líder de la Revolución.
Por todo esto y ese profundo sentimiento que unió a Chávez y con su gente, los que siguen su ejemplo, hoy y cada 5 de marzo reafirman que la Patria sigue y se construye a diario con la fuerza revolucionaria que él les sembró en el alma y que jamás la derecha podrá quebrantar.
Prensa: Heber Rondón
Gráfica: Archivo
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