Caracas, 05 de octubre de 2015.- Este lunes, se cumplen 31 meses de la siembra del comandante Hugo Chávez y como es costumbre en su honor, a las 4 y 25 de la tarde las salvas del Cuartel de la Montaña estallaron para recordarlo.
El pueblo aún le llora y le agradece, ya que Chávez vino a ser la esperanza de los invisibilizados, de los que no tenían derechos a lo que él llamo “el vivir viviendo”.
Sin embargo, cada sueño, plan y obra que inició sigue su curso, motivando aún más a quienes lo siguieron para siempre, uno de esos proyectos de justicia social es la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Una misión que nació para darle a cada familia el derecho a una vivienda y hábitat dignos que les garantice una mejora de su calidad de vida.
A raíz del lanzamiento del plan de emergencia de viviendas, cuyo nacimiento derivó de las fuertes lluvias de finales del año 2010, el Comandante se fue al barrio la Pedrera de Antímano en Caracas para pedirles a las familias que se fueran junto a él a un refugio seguro mientras se les construyeran sus viviendas dignas.
El pueblo, quien confía en Chávez, no dudó en irse a los refugios del Fuerte Militar Tiuna de la ciudad capital siguiendo y confiando en su líder.
Luego, el Presidente habilitó espacios en distintas instituciones del estado para albergar a miles de familias más, ya que para él su gobierno debía dar el ejemplo y así cambiar las vidas de esos grupos familiares para siempre.
Pero Chávez siempre fue más, no habiendo planificado el plan de emergencia, el Comandante desarrolló junto a su equipo de gobierno lo que sería el punto de no retorno a la miseria, a las laderas y periferias de la ciudad. Es allí donde un 30 de abril de 2011 lanzó su Gran Misión Vivienda Venezuela, la cual atenderá mucho más que a familias en refugio y se proyecta para resolver el drama de la vivienda.
El norte estaba claro, los primeros serían los más afectados y de allí una de sus más recordadas frases “Del refugio a su casa, del refugio a su apartamentos, no van volver para las barrancas de la muerte, van para las viviendas de la vida. Vivir viviendo”.
Y de allí en adelante, en cada jueves de vivienda, son miles de familias que siguen agradeciendo primeramente a Dios y luego a su Comandante Chávez.
Un hombre que se entregó a su pueblo para darle la mayor suma de felicidad posible.
“Una de las cosas más importante de esta Gran Misión es el compromiso que asumimos nosotros, que asume el pueblo, que asume la banca, que asume los constructores, que asumen las empresas, que asumimos todos, aquí se nos va la vida”, dijo Hugo Chávez.
Hoy el Hijo de Chávez, Nicolás Maduro asume esa responsabilidad y quienes lo acompañan en este monumental esfuerzo por el vivir bien, pueden mirar al cielo y decir, hoy más que nunca chavistas y cumpliendo la misión.
Prensa: Heber Rondón
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