Prensa/Minhvi, 24 de enero de 2016.- Este 24 de enero se cumplen 14 años desde que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, (TSJ), prohibiera la aplicación de los créditos indexados, logro de la Revolución Bolivariana, que sin ninguna duda garantizó la adquisición de una vivienda digna por parte de la clase media venezolana.
La investigación efectuada por la instancia judicial arrojó que "la banca cometía el delito de usura al cobrar intereses sobre los intereses de parte de la cuota financiera que el deudor no cancelaba mensualmente".
Así mismo el fallo determinó que las hipotecas de las viviendas adquiridas debían ser canceladas de manera que menos afectara al bolsillo del deudor, también quedaron eliminados los contratos de refinanciamiento, lo que implicó que la tasa de interés para el crédito sería la existente en el mes en que fue firmado el contrato de compra venta y no a una tasa variable.
En ese entonces los bancos aseguraban a los usuarios que sólo debían cancelar cuotas de hasta 30% de su ingreso, pero les ocultaban que la diferencia que no podía ser cancelada se recapitalizaba a favor del banco. Además y como si fuera poco el descaro, esta modalidad de créditos permitía cobrar intereses sobre intereses, lo que ocasionaba que el costo del inmueble fuera casi imposible de pagar.
Es así como los elevados intereses y el incremento de los precios llevó a tasas elevadas que hacían imposible amortizar el monto total de la deuda.
En este contexto el Tribunal Supremo de Justicia ordenó al Banco Central de Venezuela (BCV) fijar las Tasas de Interés de los créditos otorgados entre 1996 y 2002. Dichas tasas soló podrían ser fijadas por el ente emisor y no por las instituciones financieras como ocurría, Asimismo, el TSJ prohibió la ejecución de contratos con capitalización de interés sobre saldos diarios; todo ello un verdadero golpe al mercado capitalista de la construcción y por ende un verdadero respiro para quienes casi pierden todos los ahorros de su vida para tener un techo propio.
De esta manera el Gobierno Revolucionario, por iniciativa del visionario Hugo Chávez, protegió a las familias venezolanas de las acciones especuladoras y usureras de la banca privada que “a partir del año 1996 se valieron de una Ley aprobada por el Congreso de la IV República y promovida por los defensores de la oligarquía, para otorgar préstamos para la compra de viviendas, cuyo precio original era reajustado mensualmente en función de la evolución de la inflación”, según cita de nota de la Agencia Venezolana de Noticias.
Cabe recordar lo que al respecto refirió el Cmte Hugo Chávez desde la Sala Ríos Reyna, del Teatro Teresa Carreño, el viernes 17 de agosto de 2012: “Aquí llegó gente hasta a suicidarse saben, y no sólo aquí, en muchas partes del mundo, aquí la banca privada había instalado y el gobierno, los gobiernos alcahuetes que aquí había, que aquí hubo se los permitían. A eso se refieren algunos cuando dicen hay que despolitizar la economía, ese es el capitalismo”
En este orden de ideas en su discurso se refirió a la economía de libre mercado en la que “todo es libre para explotar a los pueblos, entonces nacieron los créditos indexados, las cuotas balón, las estafas bancarias (…) con aquellas preventas de viviendas, todo eso nosotros lo acabamos, el IPC, nosotros hicimos una ley para prohibir aquello que cobraban, el IPC, Índice de Precio al Consumidor, todos los años subía el precio de la vivienda y había empresas que alargaban el tiempo de construcción, nunca las entregaban”.
Para revertir estas medidas el Chávez estableció tasas de interés fijas, según el ingreso del grupo familiar, una política de subsidios e impulsó la Gran Misión Vivienda Venezuela, (GMVV), el 0800-MIHOGAR y la Gran Misión Barrio Nuevo Barrio Tricolor, todo a favor del pueblo y en detrimento de los intereses de la banca y de las constructoras privadas.
Tasas de interés revolucionarias
Dando fiel cumplimiento a esta política revolucionaria del Cmte. Chávez, en recientes declaraciones el titular de Hábitat y Vivienda, Manuel Quevedo, anunció que este año se mantendrán las tasas de interés para el pago de viviendas construidas por el Estado.
Las declaraciones las dio a su salida del primer Órgano Superior del Sistema Nacional de Vivienda y Hábitat, donde expresó: “La GMVV garantiza el precio de venta sin ajustes de ninguna naturaleza, sin variaciones periódicas, establecido en el artículo 21 de la Ley Orgánica de Emergencia para Terreno y Vivienda(…) Se mantiene la tasa de interés preferencial que van entre 4.6 a 8.6% dependiendo de la capacidad de ingreso de cada familia venezolana en un plazo de hasta 30 años para cancelar el monto que le ha sido financiado”.
Sin duda, un buen ejercicio para la memoria que vale la pena resaltar y del que miles y miles de venezolanos pueden dar fe hoy en día bajo su techo propio.
Prensa:CR ( Con información de AVN)
Gráfica: Archivo
Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.